Ministerio de Defensa
Nacional
Comando General de
las Fuerzas Militares
Escuela
Superior de Guerra
Maestría
en Estrategia y Geopolítica
Historia de las
Ideas Políticas
Reseña
del Libro: “Guerra Civil Posmoderna”
Christopher Rivers.
Docente
Iván Garzón Vallejo
Asignatura: Historia
de las Ideas Políticas
Bogotá D.C., Colombia
2018.
2018.
Resumen
El
presente trabajo toma como punto de partida la reseña del libro “Guerra Civil Posmoderna”
escrita por el Doctor en Filosofía de la Universidad de Antioquia Jorge Giraldo
Ramírez. En el presente trabajo se abordarán temas como conflictos, guerras,
tipos de guerras, combatientes, justicia y demás temas recurrentes y
concernientes de un tema tan complejo como lo son las guerras en la historia de
la humanidad.
De
la misma manera, se abordarán teorías como la del Partisano y el realismo
político, afrontando directamente el tema de guerras entre Estados y guerras
internas en los Estados. Schmitt será el encargado de explicarnos cada concepto
en los que el autor del libro lo toma como referencia central ya como lo
expresa Jorge Giraldo en su libro en el capítulo 3 llamado: “Exterioridades: La
Guerra partisana”, Carl Schmitt fue quien primero captó y tradujo al lenguaje
filosófico la nueva realidad que venía promovida por el perfeccionismo político
de algunos comunistas y liberales”. Es decir, que fue Schmitt quien interpretó
de primera mano los cambios conceptuales y de comportamiento de las nuevas
guerras contemporáneas.
Key words: State, political realism, partisan theory, postmodern
war, concept of politics, ius in bello, ius ad bellum, ius post bellum.
Summary
The present work takes as starting point the review of
the book "Postmodern Civil War" written by the Doctor in Philosophy
of the University of Antioquia Jorge Giraldo Ramírez. In the present work will
be addressed issues such as conflicts, wars, types of wars, combatants, justice
and other recurring themes and concerns of a complex issue such as wars in the
history of mankind.
In the same way, theories such as the Partisan and
political realism will be addressed, directly addressing the issue of wars
between States and internal wars in the States. Schmitt will be responsible for
explaining each concept in which the author of the book takes it as a central
reference and as expressed by Jorge Giraldo in his book in chapter 3 called:
"Exteriorities: The Partisan War", Carl Schmitt was the first to
capture and translated into the philosophical language the new reality that was
promoted by the political perfectionism of some communists and liberals. That
is to say, it was Schmitt who interpreted first-hand the conceptual and
behavioral changes of the new contemporary wars.
Guerra Civil Posmoderna
Análisis desde lo Filosófico a lo
contemporáneo
Jorge
Giraldo, propone en su libro un análisis
exhaustivo sobre las guerras civiles contemporáneas y se enfoca en recuperar
la condición de guerra civil
como un concepto de larga trayectoria, el cual, nace del pensamiento antiguo
occidental y continua la línea argumentativa de Carl Schmitt, al punto de
evaluar y analizar los diversos términos, pudiendo establecer una hipótesis de
los elementos renovados frente al pensamiento político y moral de las guerras
contemporáneas.
Como
ya lo planteé, para Giraldo, Schmitt es su referente argumentativo, y pone por delante
aquel ambiguo concepto de que en la guerra se etiquetan buenos-malos, o amigo-enemigo.
Para superar este impase, Giraldo expone desde la visión de Schmitt, plantear
una concepción de neutralidad en la guerra y que es importante observar
aquellos actores que están etiquetados como enemigos como una contraparte justa,
es decir, que son grupos o individuos con ideas, pensamientos o concepciones con
distintos intereses, pero desde el bien y no desde el mal. Ver al enemigo como
la diferencia ética (Hegel) y no como la encarnación propia del mal.
Es
así, como para ambas partes se aplica sin distinción el Ius Publicum Europaeum, donde la justicia a pesar de ser universal,
debe de ser para los amigos-enemigos de la misma forma sin paradigmas ni
diferencias.
La
brecha, que Schmitt designa como posmodernidad política, se basó en el hecho de
que el concepto y desarrollo moderno, donde los atributos estaban vinculados a
la exclusividad suprema de la violencia y la fuerza, se encontraba en un
declive que llevaría al fin de la época de los Estados, la cual y según su
concepto, está ligado a la discusión sobre la guerra, pertinencia que se
justifica en el noción de la teoría Partisana, en consecuencia de tres
tendencias: fracaso del Estado, reducción de la lealtad y expectativa de
obediencia ciudadana, y el Estado como actor real.
De
acuerdo a lo anterior, el Estado ha perdido no solo el monopolio de la fuerza
legítima, si no los monopolios de la interpretación del juicio y de la decisión,
incluso, pierde el monopolio de lo político, donde los partidos
revolucionarios, frente a éste, han adquirido la capacidad de establecer líneas
demarcatorias de amigo/enemigo, dentro de una sociedad delimitada
territorialmente, que incluso logran nuevas configuraciones globales, borrando
de esta manera las fronteras y límites del espacio vital.
En
el mundo contemporáneo, el estado ya no es el único actor en la guerra, terminando
por conformar un ejército global de estados (planteado por Creveld) siendo ente
guerrero, al lado de organismos internacionales, guerrillas, redes globales,
grupos privados, etc. El estado cede su capacidad de decisión ante un ente
internacional que determina y decide por él; así mismo, el estado termina
perdiendo la capacidad de determinar quién es enemigo o amigo y el derecho a
quien se le puede o no hacer la guerra (ius
ad bellum). En ultimas el ius in
bello (derecho en la guerra) se termina entendiendo contemporáneamente como
derecho humanitario.
Esta
es una gran inflexión que la teoría de Schmitt de la política representa
respecto al concepto de Clausewitz, donde “el Estado es la unidad política, y
por tanto sujeto exclusivo de la guerra”, el elemento crítico de lo anterior,
se centra en que el pensamiento se limitaba políticamente a tener solo un
actor: “el Ejercito del Estado”, en términos más claros, la violencia
organizada, solo debería ser llamada “guerra” si fuera librada por el estado,
para sus interés y protección. Ahora bien, en la posmodernidad, este concepto
de abdicación, lo presenta sin condición de monopolizador efectivo, y esta
posición no solo se sobrepone en los estados imperfectos de los países en
desarrollo, sino también en los más fuertes, estables y eficaces, que han
perdido el monopolio absoluto de la fuerza coercitiva.
El
concepto de “lo político”, también
visualizó las complejidades de una estructura organizativa interestatal con
pretensiones internacionales, esto describe el nacimiento de una organización
establecida por los estados (ONU), pero con aspiraciones bajo un discurso
realista, a superar la estatalidad en su elemento más sobresaliente: posesión y
gestión del ius belli.
Las
distinciones modernas fundamentales de la política y el estado se traducen en
la perdida de carácter y la fuerza de su esencia de diferenciación que
correspondan al territorio (interior/exterior), el gobierno (publico/privado) y
el derecho (legal/ilegal), el trance de la estatalidad presenta la depresión de
esas bases. Ésta pérdida por el respeto a los límites, permiten el avance de
una guerra intrasocial a una trasnacional. Giraldo imprime la condición de
fragilidad de los discursos (realistas, clausewitziana, juristas positivistas),
que la han sostenido. Por lo tanto, plantea argumentos donde el realismo
termina a espaldas de la realidad siendo no real con el cambio de época.
La
difuminación entre las fronteras de las
guerras civiles y conflictos internacionales, promociona la proliferación de
actores que pueden usar y sostener el casus
belli. Es entonces, cuando los conflictos, se permiten como actos de “causa
justa”, que no miden, ni asume el grado de responsabilidad y consecuencias a la
perdida de personal civil.
Desde
esta perspectiva, el autor empieza a desarrollar las guerras justas y las
definiciones de Rawls que dan su respectiva validación y ante esta teoría de
justicia procede al derecho de gentes. Y es el mismo derecho de gentes que
termina abordando Kant para plantear el veto a la revolución, y que acaba
dándole gran importancia al derecho público, siendo este el determinante de
buena convivencia en una comunidad y que concluye concibiendo a las personas
como participes del derecho; siendo la revolución una forma del hombre para “involucionar”, ya que lleva a éste de
nuevo a su estado de primitiva naturaleza, volviendo al ser humano agresivo y
hostil. Kant determina la política y la moral como dos aspectos que van de la
mano y que en ultimas terminan frustrando la mala conducta para buscar un fin.
La
argumentación general planteada por el autor, reacciona a un pensamiento
sobre el desarrollo implicado de la transición de la guerra moderna a la
posmoderna, en una forma de retorno a los procesos de guerra justa de las
sociedades tradicionales.
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